jueves, 17 de enero de 2019

Sumario de la revista Scherzo aldizkariko ale berria

2019, Año nº 34. urtea , Nº 347 zbk.

Opinión 
Félix de Azúa
José Luis Téllez
Javier Pérez Senz
Pablo J. Vayón
CON NOMBRE PROPIO
Vasily Petrenko, por Michael Thallium
Peter Eötvos, por Stefano Russomanno
HOJA DE CONTACTOS, por Benjamín G. Rosado
NOTICIAS/AGENDA
 ACTUALIDAD
Nacional / Internacional
ENTREVISTA
Thomas Hengelbrock, por Pablo L. Rodríguez
GRABACIONES
Excepcionales del mes
Entrevistas con Jean ROndeau y Alexander Lonquich
LIBROS
DOSIER
Farinelli español: más allá del mito del castrado, por Daniel Martín Sáez
SIface, el primer gran divo de la ópera, por Elena Bernardi
Carestini y Caffarelli, dos divos tan maravillosos como insoportables, por Eduardo Torrico
Fammi combattere!: Senesino, mi héroe de infancia, por Flavio Ferri-Benedetti
ENCUENTROS
Jesús Iglesias, por Justo Roemro
JAZZ
  La vida eterna de Chet Baker, por Luis Martín
BANDAS SONORAS
  Ciudadano Saiz, por David Rodríguez Cerdán
SONIDO
  Amplificadores, por Josep Armengol
MÚSICAS SUMERGIDAS,
Vitezslava Kaprálová, por Juan Manuel Viana
EL HORIZONTE QUIMÉRICO, por Martín Llade
DANZA
  Madrid en danza, más que un festival internacional, por Silvia Pérez Arroyo
EDUCACIÓN, por Pedro Sarmiento
CONTRAPUNTO
  Haendel en Londres, por Norman Lebrecht

viernes, 11 de enero de 2019

Blandin Verlet: el arte de la transmisión


Blandine Verlet, La veterana clavecinista y pedagoga falleció en diciembre de 2018.



Nació en París el 27 de febrero de 1942, en plena ocupación de la capital francesa por las tropas alemanas del III Reich. Era hija del conservador jefe de museo del Louvre e historiador del arte Pierre Verlet. Blandine estudió clave en el Conservatorio Superior de Música y Danza de París con Marcelle de Lacour. Fue de niña, precisamente escuchando un concierto de De Lacour, cuando decidió que quería ser clavecinista. Más tarde, en la década de los 60, amplió estudios con Huguette Dreyfus (Academia de Verano de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume), Ruggero Gerlin (Accademia Chigiana de Siena) y Ralph Kirkpatrick (Universidad de Yale).
En 1963, ganó el Primer Premio de clave y el Premio Especial del Jurado en el Concurso Internacional de Múnich.
Pedagoga atípica, fue profesora en París durante casi treinta años (se jubiló en 2007). 
Se prodigó en los estudios de grabación, con discos  dedicados a Bach, Duphly, Balbastre, Scarlatti, Mozart y a la integral de la obra para teclado de François Couperin.
Uno de sus dos últimos álbumes, ambos con piezas de François Couperin, venía acompañado de una obra literaria, La composatrice, una ficción en la que refleja su personalidad poética y su pasión por el clave, instrumento al que dedicó toda su vida.