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(Biblia de Arnstein. Disponible en
British Library) |
Desde la Edad Media
existen innumerables ejemplos de ex libris manuscritos que pretenden disuadir a
los ladrones de robar libros mediante variantes de la fórmula latina hic liber est meus (este libro es mío) o
Hic liber est meus. Testis est Deus. Qui
eum rapiat, diabolus capiat (Este libro es mío. Dios es testigo. Quien me
lo robe lo lleve el diablo), Qui me
furatur, mala morte moriatur (Quien me robe tenga una mala muerte), etc…
Los bibliotecarios y
los amanuenses medievales solían añadir en los libros maldiciones dirigidas a
aquellos que no devolvían o dañaban los libros prestados, o que los robaban de
sus bibliotecas. Estas maldiciones hacían referencia bien al castigo físico,
bien a la condena espiritual que se expresaba mediante el término griego
«anatema» o mediante amenazas de excomunión. Una de las maldiciones más
amenazantes de la Edad Media la encontramos en la llamada Biblia de Arnstein. En esta
maldición se condena al ladrón de libros a una muerte por tortura, enfermedad y ejecución por ahorcamiento
Si alguien lo roba: que sea muerto, sea asado
en una sartén, contraiga la enfermedad [la epilepsia] y la fiebre lo ataque, y
sea girado [en la rueda] y ahorcado. Amén
Estas maldiciones
bibliotecarias y ex libris amenazantes son un intento de preservar las
colecciones en el que subyace un evidente amor por los libros.
Fuente:
Ex libris
tradicionales, oralidad y ladrones de libros https://revistaselectronicas.ujaen.es/index.php/blo/article/view/4669
https://blogs.bl.uk/digitisedmanuscripts/2017/05/frying-pans-forks-and-fever-medieval-book-curses.html